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Una devaluación, es la decisión por parte
de las autoridades de un país, como medida de política económica, de fijar el
precio al cual la moneda local, comprará cada unidad de moneda extranjera, o
divisa.
A
ese precio, por ejemplo: 714 bolívares por cada dólar (SIMADI al 14/04/2017),
se le conoce como tipo de cambio.
Y
como todo precio, no escapa a las más básicas e inexorables leyes de la
economía, las de la oferta y la demanda.
Un
aumento en la demanda de divisas, causada por un incremento de las importaciones,
de los viajes al exterior o a la fuga de capitales. Hará que el precio de la
divisa suba, y en consecuencia, la moneda local perderá valor frente a la
extranjera, es decir, se depreciará.
Por
otra parte, se produce un aumento en la oferta de divisas, cuando sube el
precio de los productos de exportación, o aumenta la cantidad exportada de los
mismos, por la conquista de nuevos mercados. También, cuando se atraen
inversiones y turistas del resto del mundo. O, ingresan remesas en moneda extranjera,
de los ciudadanos del país, viviendo en el exterior. Esto contribuiría a que la
moneda local se aprecie.
La
estabilidad del tipo de cambio, resume el equilibrio existente en las variables
económicas de un país. Tanto externas (balanza de pagos, deuda externa,
competitividad de sus productos de exportación, inversiónes extranjera). Como
internas (reservas internacionales, confianza de los agentes económicos,
inflación, estabilidad política).
POR
QUÉ OCURRE UNA DEVALUACIÓN
Lo
ideal es que no ocurriera. Cuando sucede, es para corregir un desequilibrio
severo en la economía.
Los bancos centrales, buscan preservar el
valor de las monedas de sus países, es su función más importante. Lo hacen,
suministrando al mercado, las divisas demandadas. Ya sea para comprar productos
importados, viajar al exterior, o pagar deudas contraídas en dólares.
Para
cubrir la demanda de divisas, los bancos centrales, utilizan las reservas
internacionales. Una parte de las cuáles, está compuesta por moneda extranjera.
Pero, de producirse un desequilibrio externo, por ejemplo, si baja el precio
del petróleo, sto ocasiona que ingresen menos divisas por exportación. Y, en
consecuencia, disminuya la oferta de dólares al mercado. Entonces, el precio de
la divisa subirá, haciendo que la moneda local se deprecie. El banco central
intervendría, ofertando dólares, para estabilizar el tipo de cambio.
De
persistir la escasez de moneda extranjera, y observarse una disminución
significativa de las reservas internacionales, las autoridades podrían tomar la
decisión de aumentar el precio de la divisa. Es decir, se decretaría una
devaluación, para que la demanda de divisas disminuya.
Un
resultado parecido, se produciría si el desequilibrio se genera internamente.
Un aumento en la demanda de divisas, generada, por ejemplo, por una inflación
alta y persistente. Para proteger su patrimonio, los agentes económicos podrían
optar por pasar sus ahorros a una moneda más estable. Ocasionando el aumento de
la demanda de dicha moneda, la subida de su precio, y la intervención del banco
central. Buscando frenar la depreciación de la moneda local, hasta donde las
reservas internacionales, se lo permitan.
En
ambos casos, la devaluación, es una medida forzada por las circunstancias. Y
obliga a ajustar todos los precios internos, de una manera brusca.
En
resumen, una devaluación podría sobrevenir, si persisten en el tiempo, los
escenarios siguientes:
Aumento
de la demanda de moneda extranjera, o disminución de su oferta: ocurre si se
importa más de lo que se exporta, bajan los precios de los productos de
exportación, o por la fuga de capitales.
Aumento
de la oferta de moneda local, o disminución de su demanda: ocurre cuando se
genera dinero sin respaldo, por parte de los bancos centrales, ocasionando
inflación. Se recurre al mercado de divisas, para ahorrar en una moneda que
preserve su valor en el tiempo.
EL
ESCENARIO PRE-DEVALUATORIO
Los
signos de que una economía tiene un tipo de cambio sobrevaluado, y deberá
ajustarlo más temprano que tarde, son básicamente:
>Déficit
en la balanza de pagos. Ya sea en cuenta corriente (las importaciones superan a
las exportaciones) o en la cuenta dé capital (pocas inversiones internacionales
y elevada deuda externa).
>Exceso
en la emisión de circulante. Cuando el banco central imprime dinero inorgánico,
es decir, sin respaldo en las reservas internacionales.
>Inflación
elevada y continuada. Encarece los productos nacionales con respecto a los
importados. Y, hace inviable ahorrar en moneda local
>Déficit
del sector público. Ya que terminará siendo cubierto con deuda, o por la
impresión de más moneda.
>Fuga
de capitales. Se prefiere tener ahorros e inversiones en monedas más fuertes y
estables.
>Disminución
de las reservas internacionales. Debido a la alta demanda, o poca entrada, de
divisas.
>Aumento
de tasas de interés en economías más seguras. Incentiva el ahorro en el
exterior y la fuga de capitales.
>Devaluaciones
en países vecinos. Aumentan las importaciones y disminuyen las exportaciones
con ese país.
>Baja
de precios de los productos de exportación. Disminuye la oferta de dólares, en
el mercado local.
>Aumento
en la percepción de riesgo país por parte del sistema financiero internacional.
Disminuye el ingreso de “dinero fresco”, mediante préstamos e inversiones, del
exterior.
>Inestabilidad
política y social. Provoca fuga de capitales, y disminución de inversiones
extranjeras.
>Debilidad
institucional e inseguridad jurídica. Genera desconfianza, e incertidumbre, en
los agentes económicos nacionales y extranjeros. Aumenta el riesgo país.
Cada uno de los puntos anteriores, es la
expresión de un desequilibrio, en variables fundamentales del sistema
económico.
Uno
sólo de dichos desequilibrios, pero de gran magnitud, es suficiente para forzar
una devaluación. Sin embargo, y por desgracia, rara vez se dan aislados.
Al
contrario, los eventos descritos, se juntan y retroalimentan, obligando a la
intervención de las autoridades. Especialmente, la del banco central, para
defender, hasta donde sea posible, el valor del signo monetario. Primero
dejándolo depreciar, con una intervención discreta. Pero luego, de persistir o
agravarse la situación de desequilibrio, tomar la drástica decisión de
devaluar.
En países con tipo de cambio fijo, como
Venezuela, este se mantiene, oficialmente, bajo un esquema de control de
capitales. Que impide, a los agentes económicos, el libre acceso a las divisas.
Distorsionando el precio de las mismas, al punto de ser casi un misterio.
Generando cotizaciones del tipo de cambio, o muy por encima, o muy por debajo,
de su valor real.
Lo
anterior, dificulta establecer precios de mercado a los productos importados.
Además, el control de capitales, dificulta la compra de productos extranjeros.
O, el pago de deudas, a los proveedores del resto del mundo. Disminuyendo, a la
larga, la oferta de bienes y servicios en la economía local, con la
consiguientes escasez e inflación.
Nota:
Agradecemos al Econ. Héctor Jiménez @13CarpeDiem13 el aporte del presente
artículo.
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